sábado, 26 de enero de 2013

Futurismo


Manifiesto futurista en Le Figaro, 1909.

Este es un movimiento artístico que se desarrolla en un corto período de tiempo (1909-1918) pero que tuvo gran resonancia y repercusión social. Nace en Italia (Milán), mientras en Francia aparece el cubismo, con la aspiración a la modernidad como meta y abogando por la destrucción del pasado y todo lo que le sustentaba.
En enero de 1909 Marinetti publicó en Le Figaro el Manifiesto futurista en el que da a conocer los objetivos del movimiento y que proclama el rechazo frontal al pasado, a la tradición y la defensa de un nuevo orden moderno, dominado por la máquina, la velocidad y la ciudad.


Es la propuesta más rupturista presentada hasta entonces aunque parte, desde el punto de vista formal, de las otras vanguardias. Niega la validez de todo lo que impide el futuro y la sociedad urbana industrial. El ruido es reivindicado como la música del futuro, el arco y la flecha son uno de sus elementos característicos y defienden la guerra como medio. La I Guerra Mundial se recibe con entusiasmo por los futuristas que confían en que una destrucción total permita construir desde cero la nueva cultura occidental. Muchos de ellos se alistaron de forma voluntaria pero la guerra supondría al final del grupo: Boccioni y Sant' Elia mueren y Russolo queda inválido durante años.


La carga de los lanceros, Boccioni, 1915. Representa una batalla de la I Guerra Mundial.
 



Velocidad abstracta, Balla.
El gran reto (y su gran problema) fue la plasmación de su propio estilo ya que, en consecuencia de sus teorías, no podían acudir a procedimientos pictóricos tradicionales. Recurrieron en un principio a la técnica revisionista del color y al uso simbolista de las formas lineales y, posteriormente, a la fragmentación y estructuración espacial cubistas (conocido como cubofuturismo).

Liderado por Marinetti trabajan artistas como los pintores Russolo, Carrà, Boccioni, Balla o Severini; el arquitecto Sant' Elia, el músico Pratella o el cineasta Ginna.



Expansión de la luz (centrífuga y centrípeta), Severini, 1913-1914.





Pero si nos centramos en la moda, podemos decir con rotundidad que este movimiento condenó moralmente esta disciplina. Pero no por ello acaba aquí nuestro estudio sobre la relación entre arte y moda desde la visión futurista ya que, a pesar del rechazo hacia la disciplina como tal, trabajaron intensamente sobre ella. Veamos en profundidad cómo.
Por un lado, para Marinetti la moda era indudablemente maligna: corrompía a las mujeres quienes eran demasiado débiles para resistir la tentación del último vestido y la responsabilizaba de "el menosprecio al amor". En cambio, en el Manifiesto técnico de la pintura futurista (1910), Boccioni, Carrà, Pussolo, Balla y Severini declararon: "la armonía de las líneas y pliegues del vestido moderno obran en nuestra sensibilidad con el mismo poder emocional y simbólico que lo hacía el desnudo en la sensibilidad de los antiguos maestros"1.



Boceto de Tullio Crali (pintor futurista), 1933.



En este movimiento, el interés por el vestido no lo motivaba principalmente el deseo de promover las artes "menores", sino que pretendían extender el dominio artístico a cada aspecto de la vida. El artista futurista debía actuar sobre todos los elementos de la vida cotidiana y el vestido no era la excepción, como todos los objetos debía volverse esencialmente moderno. Pero se referían a la "siempre-cambiante" modernidad futurista que no se sometía a los cambios anuales "a la moda" generados por las estrategias de mercado. 

Según Stern Radu2, el objetivo del Futurismo no era simplemente reemplazar una moda con otra sino abolir el sistema mismo de la moda diseñando el vestuario como una obra de arte. “El traje de una mujer diseñado lúcidamente y bien llevado tiene el mismo valor que un fresco de Miguel Ángel o una madona de Tiziano”3


Bajo esta visión la mayoría de los artistas futuristas trabajaron esta disciplina o al menos, teorizaron sobre ella. Por ejemplo, Balla quería que el nuevo vestido futurista fuera "de corta duración, para permitir renovar continuamente el placer y la vitalidad de nuestro cuerpo y favorecer a la industria textil"4. En 1910 Arnaldo Ginna y Bruno Corra5 ya habían protestado contra la incompetencia y el tradicionalismo de los fabricantes de ropa femenina, quienes deberían estudiar la armonía de las líneas y los colores para evitar las terribles disonancias de la moda contemporánea. Su visión de una sintonía visual se lograría usando vestidos de diferentes colores6. En 1920, Volt exigió de una manera más radical que la moda se vinculara con el arte y proponía que "un gran poeta o un gran pintor asumieran la dirección general de todas las grandes firmas de moda femenina"7. En el manifiesto de 1935 Placeres latinos para la mente, Marinetti apoyaba "el vestido metafórico-resonante-táctil, armonizado de acuerdo a la hora, el día la estación y el deseo de transmitir las sensaciones del amanecer, el mediodía, el anochecer, la primavera, el verano, el invierno, el otoño, la ambición, el amor, etc."8.






Veamos más detenidamente la figura de Giacomo Balla (Turín, 1874 -  Roma, 1658).

Giacomo Balla
Balla fue el primer futurista que diseñó ropa. Empezó a hacerlo en 1921 aunque seis años antes ya había abordado este tema en el manifiesto que publicó junto a Depero en el que literalmente decía: "noi pensiamo e ci comportiamo come ci vestiamo"9. Los trajes que diseñó, realizados por su esposa según sus instrucciones, son una ruptura sin precedente con la moda.

Gracias a alguna carta podemos dar cuenta de alguno de estos diseños aunque, lamentablemente, no conservados. En una de estas cartas10 se menciona "un traje a cuadros pequeños" y en otra de 1913 menciona otro traje que está documentado en dibujo. Se trata de un conjunto negro con un borde blanco y que transgredía totalmente la noción convencional de una chaqueta, eliminando el cuello y las solapas simétricas y cerrándose en un triángulo grande. Además, el triángulo estaba ribeteado con un gran borde blanco que marcaba su contorno y el mismo borde blanco zizagueaba a lo largo de los pantalones.









Balla desestructuraba los trajes al descomponer visualmente la anatomía del usuario. Su objetivo era usar el corte asimétrico y los colores interpuestos y así lograr un efecto dinámico similar al de sus pinturas. Este artista ejecutó estas ideas sobre el traje masculino con audacia. Sabía que esto mismo sobre la ropa femenina habría escandalizado mucho menos. Además del atractivo artístico que podía concentrar el traje masculino por tener un aspecto más normalizado, había que sumarle su dimensión simbólica: la aceptación del orden y los valores burgueses establecidos. Esto ya lo apuntó Lipovetsky diciendo que "el traje masculino, neutro, austero, sobrio, refleja tanto la consagración de la ideología igualitaria como la ética conquistadora del ahorro, del mérito y del trabajo de las clases burquesas"11. Pero en comparación con el traje masculino, sus prendas femeninas parecen bastante sobrias. Sorprendentemente, el corte de prendas como el vestido para su hija Luce o las blusas de 1920 a 1930 es casi común y el efecto dinámico lo genera únicamente el colorido.

Traje futurista de Balla, 1914.


En 1914 Balla también publicó el manifiesto futurista sobre el vestido, El traje masculino futurista. En él el artista quería abolir el traje de luto, los colores pálidos u oscuros, las telas rayadas, a cuadros o moteadas, la simetría en el corte, la uniformidad en las solapas, los botones inútiles, el cuello desmontable y los puños almidonados. En contraste, el nuevo vestido futurista sería dinámico, asimétrico, ligero, simple, confortable, higiénico, alegre, revelador, ágil y variable. El impacto de las modificaciones no se limitaba a su color o textura, puesto que algunos eran perfumados. La ropa futurista de Balla se variaba o transformaba mediante el uso de modificadores appliqué (piezas de tela de diferentes tamaños, espesores o colores) que se podían colocar “a voluntad en cualquier parte del vestido, con botones neumáticos”12. Estas modificaciones cambiaron la relación entre el vestido y la persona que lo llevaba puesto que dejó de ser un objeto dado al cual su propietario debía someterse. Así la ropa escapaba de la moda y esta, por consiguiente, perdía su razón de ser. El usuario participaba de esta forma en el diseño de su ropa y, entre los límites fijados por el artista, los usuarios podían expresar su propia creatividad. De esta manera la vestimenta se convertía en una obra de arte abierta.




Traje para ballet futurista, diseño de Balla, 1933.


También fue un apasionado de los colores fluorescentes, aunque fue más allá en cuanto al uso de estos. Bragablia13 escribió en sus memorias que Balla realizó una corbata futurista, utilizada en una de sus representaciones, compuesta por una caja de celuloide transparente en la que puso una batería y una bombilla eléctrica que alumbraba acentuando los electrizantes pasajes de su discurso14

El 11 de septiembre de 1914 publicó una versión italiana de La indumentaria antineutral. El lema de este texto era la célebre frase del Manifiesto futurista de Marinetti: “glorificaremos la guerra, única higiene del mundo”. Su protesta se dirigía ante la “angustiante paz” y a los “colores teutónicos” y prohibía el uso combinado del negro y el amarillo, los colores alemanes. Para adaptarse a la guerra, la nueva indumentaria futurista debía ser belicosa con cualidades agresivas: agilidad, dinamismo... Estaba convencido que el vestido era capaz de influenciar la psique del usuario. Mientras en El traje futurista quería usar la ropa para volver a la gente más alegre, en La indumentaria antineutral pensaba que la ropa podía utilizarse en prepararla para la guerra. 



Traje "Futurfascista" con los colores de la bandera italiana, diseño de Balla, 1930.


Tras la contienda Balla diseñó varios trajes futuristas que usó frecuentemente. En Lettres Sur la Jeune Italie, Corpechot describe una corbata formada como una hélice de avión y unos zapatos futuristas blancos y amarillos15. La reacción del público era más que negativa y se dice que Balla, quien en 1925 quiso visitar la Exposition International del Arts Décoratif et Industriel Moderns en París, intentó buscar habitación en más de treinta hoteles y los porteros, al verle con el traje futurista le decías: “je regrette, Monsier, c´est complet!”16.




Fortunato Depero.


Fortunato Depero (Fondo/Malosco, 1892 - Rovereto, 1960) fue un pintor futurista, escritor, escultor y diseñador gráfico. Como se ha dicho, firmó el manifiesto La reconstrucción futurista del universo junto a Balla, también diseñó vestidos futuristas influidos, en su mayor parte, por Balla. Sin embargo, sus diseños son delicados y más decorativos. 
 

Cityscape, Depero, 1930.


Diseño de Depero.
Diseño de Depero.









Depero ha sido un artista que ha ejercido mucha influencia en los diseñadores de moda de los últimos años. Así encontramos a David Koma que se ha inspirado para algunos de sus diseños en este artista y en Boccioni, como podemos ver en estas ilustraciones:

Ilustraciones de diseños de David Koma.

Verónica Etro es otra de las diseñadoras que se han inspirado en Depero para la firma familiar Etro, fundada en 1968 por Gimmo Etro.

A la izquierda, diseño de Etro primaver-verano 2012. A la derecha, Festa della Sedia, Depero, 1927.

Diseño de Etro, primavera-verano 2012.

Diseño de Etro, primavera-verano 2012.

Diseño de Etro, primavera-verano 2012.

Diseño de Etro, primavera-verano 2012.


Tullio Crali (Igalo, 1910 - Milán, 2000) fue otro pintor asociado con el futurismo. En 1932 diseñó un "vestido sintético", una chaqueda futurista muy corta, con solo una solapa a la izquierda detrás de la cual astutamente se escondía un bolsillo para lápices. 
Ese mismo año diseñó para uso propio una chaqueta plana, sin cuello, sin solapas, de franela gris con un solo botón cromado. Esta debía llevarse con una camisa sin botones ni puños que se cerraba al cuello con un gemelo. 
En 1961 diseñó una chaqueta rojo fuego sin solapas con un gran bolsillo frontal.

Vestidos desmontables de Crali, 1932.
Además Crali añadió nuevos accesorios al guardarropa futurista masculino. En 1951 inventó el borsello, un bolso para hombres e intentó entrar al Louvre llevando uno. Lo detuvieron a la entrada generando así un escándalo al más puro estilo futurista. 
También diseñó trajes femeninos, concretamente para la señora de Marinetti y para las hijas de Balla. Dichos diseños eran muy dinámicos. En uno de ellos, alrededor del cuerpo se enrollaban espirales multicolores; otro se trataba de un assemblage de triángulos de diferentes tamaños; y en otro, las piezas de formas complejas se sostienen juntas de una forma aparentemente milagrosa. El efecto general de estos trajes es casi cinético. 

Diseño de Crali, 1932.
 

Y seguimos con otro artista futurista, Ernesto Michahelles (Italia, 1893 - 1959), más conocido por su pseudónimo Thayaht. En el mundo de la moda destaca por la creación de la tuta entre 1912 y 1920, una especie de vestido sintético de una sola pieza. La principal característica de esta prenda era su universalidad, podía usarla cualquiera en cualquier momento. Un año después pensó en la bituta, un vestido de dos piezas que era una evolución de la tuta

Tuta de Thayaht.

Instrucciones para hacer una tuta,Thayaht.

Mino delle Site (Italia, 1914 - 1996), otro artista futurista, desarrolló las ideas de Thayaht y diseñó la tuta térmica para mujer. El simple y práctico conjunto, que anticipaba el traje femenino de los ochenta, se suministraba con una giberna portatuco, un bolso adherido al cinturón, que de nuevo anticipaba la riñonera de los años recientes17.

A continuación, unos diseños de Thayaht:
 



Pierre Cardin con uno de sus últimos diseños.

Posteriormente otros artistas como Pierre Cardin (San Biagio di Callalta, 1922) han presentado en sus creaciones el estilo futurista. Comenzó su carrera con Paquín, diseñando el vestuario de la película La Bella y la Bestia, de Jean Cocteau. Posteriormente y antes de converirse en el jefe creativo de la casa Christian Dior en 1947, colaboró con Elsa Schiaparelli, quien segúramente le transmitió esa inspiración en el arte. En sus prendas diseñadas en 1966, la geometría y el diseño simple resultaron muy novedosas pero también funcionales y en sintonía con el recién establecido mercado prêt-à-porter de los años sesenta. Si recorremos su obra podemos ver que es un amante de las formas circulares y ha sido muy cuestionado por los críticos que lo acusaban de "ignorar la figura femenina en favor de los diseños abstractos". En este sentido él compara su trabajo con el de un escultor: "Trabajo como un escultor. El cuerpo se mueve libremente dentro de un vestido y, al mismo tiempo, eso crea una figura. Si siempre vestís el busto, las caderas y la cintura, siempre vas a obtener el mismo vestido. Lo único que cambia es la tela. La moda no es eso. Yo me ocupo de la estética".

Diseño de Pierre Cardin.

Diseño de Pierre Cardin, fotografía de Stephane Feugere.
Diseño de Pierre Cardin.

Diseño de Cardin presentado en el Kremlin de Moscú, 2011

Diseño de Cardin presentado en el Kremlin de Moscú, 2011

Diseño de Cardin en la 080 Barcelona Fashion.
 
Diseño de Cardin en la 080 Barcelona Fashion.
Diseño de Cardin en la 080 Barcelona Fashion.

El famoso vestido burbuja de Cardin, 1954.
Pero no podemos asombrarnos de sus diseños. El arte es parte de la vida de Cardin y esto se refleja en cada diseño y también, en sus gustos. Y un ejemplo de sus gustos es la Maison Bulle, su "casa burbuja" diseñada por él mismo en la Costa Azul francesa (no olvidemos que Pierre Cardin estudió Arquitectura en París). Fue construída por el arquitecto Antti Lovag y actualmente pertenece al Patrimonio de Monumentos Históricos francés. La casa está hecha con formas circulares que simulan pombas de jabón. 
Exterior de la casa de Pierre Cardin.


Y a continuación una muestra de algunos de los últimos diseños con una clara influencia de esta vanguardia.

Basso and Brooke

Paraguas

Comme des Garçons

Christopher Kane

Hussein Chalayan

Hussein Chalayan

John Galliano

Louise Goldin

Martin Margiela

Miu Miu

Phillip Lim

Missoni inspirado en Boccioni

Rabanne

Ferragamo inspirado en un proyecto de Balla para zapatos

Sinha Stanic


Paraguas

Ferragamo

Viktor and Rolf

Y para acabar, al menos de momento, esta revisión del futurismo en la moda, hablaremos del jovencísimo diseñador Ara Jo, que con sus diseños futuristas ha conquistado a la reina de la extravagancia, Lady Gaga.











1BOCCIONI, U., CARRÀ, B., RUSSOLO, L., BALLA, G. y SEVERINI, V., Futurist Painting; Technical Manifiesto of 1910. Pág. 29.
2Stern Radu, autor de Against Fashion: clothing as Art, 1850-1930. 
3VOLT, "Manifiesto della moda femminile futurista", Roma futurista 3, nº 17.
4BALLA, G., "Futurist Manifesto of Men´s clothing", 1913, Ed. Apollonio. Pág. 123.
5Arnaldo Ginna (Ravena, 1890 - Roma, 1982), pintor, escultor y cineasta futurista y su hermano el escritor y guinista Bruno Corra (Ravena, 1892 - Varese, 1976) publicaron en 1910 Método y nueva vida. Arte en el futuro. 
6GINNA, A., y CORRA, B., Arte del l´avvenire, Ravena, Ed. Longo, 1910.
7VOLT,  "Futurist Manifesto of Women´s Fashion", 1920. Pág. 160.
8SCRIBO, L., Sintesi del futurismo, Roma, 1968. Pág. 203.
9BALLA, G. y DEPERO, F., Manifiesto de la Reconstrucción Futurista del Universo, publicado en una hoja suelta. Direzione del Movimento Futurista, Milán 10 de marzo de 1915. 
11FAGIOLO DELL´ARCO, M., Futur-Balla, Roma, 1970.
12LIPOVETSKY, G., The Empire of Fashion: dressing modern democracy, Pricenton, Ed. Gallimard, 1999. Pág. 14.
13CRISPOLTI, II Futurismo e la moda, Venecia, Ed. Marsilio, 1986. Pág. 100.
14Anton Giulio Bragaglia (Lazio, 1890 - Roma, 1960) fue pionero en la fotografía italiana futurista y en el cine en Italia. 
15CORPECHOT, L., Lettres sur la Jeune Italie, Nancy, Ed. Annales, 1919. Pág. 42-43. 
16FORTUNATI, P. L., “Il futuristi italiani all´Espositione d´Arte Decorativa di Parigi-intervista con Giacomo Balla e Guglielmo Janneli”, L´Imperio, 1925. Pág. 145.
17STERN, R., Against Fashion: Clothing as Art, 1850 - 1930. Massachusetts, 2004.


4 comentarios:

lucia prudencio núñez dijo...

Esta muy padre el archivo de fotos!

Yolanda dijo...

Muchas gracias, Lucía!

Ana Ricuccini dijo...

hola a todos y felicitaciones por compartir tanto sobre el mundo de la moda y diseño. Para quienes estamos empezando, este tipo de recursos nos ayuda mucho a aprender. Les comento que hace un tiempo hice un curso y me puse a diseñar mis propios productos. Estoy vendiendo en http://elo7.com.ar y les invito a pasarse. Estaría bueno que nos recomienden también otros sitios en donde salir a vender el diseño que producimos. Gracias y saludos desde Escobar, Buenos Aires!

Carolina Sánchez dijo...

hola! gracias por el artículo, cómo puedo citarte?