Arte y Moda



Los orígenes de la moda.


En los inicios, la función de la vestimenta era la protección contra el ambiente físico que rodeaba al hombre. Se ha observado que, en situaciones climatológicas extremas, el organismo del ser humano reacciona creando sus propias defensas y se adapta al medio. Por tanto podemos añadir otra función a la de la mera protección de los rigores del clima, podemos decir que el hombre creó sus vestidos para diferenciarse.
"Adán y Eva", Durero, 1507



El vestir es un hecho básico en la vida social y esto, según los antropólogos, es común a todas las culturas: todas las personas visten el cuerpo de alguna manera, ya sea con prendas, con tatuajes, con adornos…






La moda como concepto.


A pesar que en el Primer Mundo Occidental las necesidades fundamentales están cubiertas, parece que el espíritu de autocomplacencia nunca nos abandona. En un sociedad donde se potencia más que nunca el individualismo, la moda ha pasado a ser una colaboradora inmediata de nuestros deseos y proyecciones.


En palabras de Roland Barther1, la moda se convierte "en el espectáculo que los hombres se dan a sí mismos del poder que tienen para hacer significar lo insignificante".
Por lo tanto vemos el poder hedonista de la moda y el placer que nos produce como un refuerzo de las manifestaciones del "Yo", algo que buscamos incesantemente desde el siglo XIV.
Pero además podemos analizar la moda bajo un mayor marco referencial situado en una sociedad opulenta, donde tiene su supervivencia asegurada.

El proceso en el que se enfrasca la moda escapa de la rutina, la moda exigen cambio permanente, una renovación constante que la hace omnipresente y genera gran interés. Por ello comprendemos las palabras de Migueles: "si entendemos su fugacidad, al mismo tiempo podemos entender su perpetuidad, si al nacer muere, resucita a cada instante"2.

Pero algunos ven la moda solo como un capricho fugaz y frívolo. Si profundizamos un poco vemos que no es tal y que es el espejo en el cual se refleja nuestra sociedad y nos sirve para expresar, a través del vestir, nuestro infonformismo, nuestra rebeldía. Ejemplo de ello fueron las sufragistas cuando fueron consideradas contestatarias por reclamar un papel diferente al que estaba sometida la mujer en la sociedad de principios de siglo y expresaron en su indumentaria la forma de no estar de acuerdo a que fueran consideradas "un bien inmueble de los hombres"3.



Como dijo Roland Barther, "llevar un traje es fundamentalmente un acto de significación, más allá de los motivos de pudor, adorno y protección. Es un acto de significación, en consecuencia, un acto profundamente social inslado en pleno corazón de la dialéctica de las sociedades"4.



La moda como lenguaje.


 "Desde hace miles de años el primer lenguaje que han utilizado los seres humanos para comunicarse ha sido el de la indumentaria. Mucho antes de que yo me acerque a usted por la calle lo suficiente para que podamos hablar, usted me está comunicando su sexo, su edad y la clase social a la que pertenece por medio de lo que lleva puesto; y muy posiblemente me está dando información (o desinformación) sobre su profesión, su procedencia, su personalidad, sus opiniones, sus gustos, deseos sexuales y estado de humor en ese momento. Quizá no consiga expresar con palabras lo que estoy observando, pero registro de forma inconsciente la información, y simultáneamente usted hace lo mismo respecto de mí. Cuando nos encontramos y entablamos conversación ya hemos hablado en una lengua más antigua y universal"5.

Sin duda podemos afirmar que la moda es un lenguaje. Para confirmar esta afirmación citaremos la obra La Hija de Eva de Balzac (1839) donde señala que para una mujer, el vestido es "una manifestación continua de los pensamientos más íntimos, un lenguaje, un símbolo".


1 BARTHES, R. (1978) El sistema de la moda, Barcelona, Ed. Kairón.
2 CASABLANCA MIGUELES, L. (2002) La moda como disciplina artística. Granada, Ed. de la Universidad de Granada.
3 VEBLEN, T. (2004). Teoría de la clase ociosa, Madrid, Ed. Alianza.
4 CASABLANCA MIGUELES, L. (2002). La moda como... Op. Cit.
5 LUIRE, A. (2002) El lenguaje de la moda. Barcelona, Ed. Signo e Imagen.
 
  


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